jueves, 12 de septiembre de 2013

El Salón de Frankfurt desde mi salón

Llevamos tres días disfrutando del Salón de Frankfurt, tres días en donde las marcas lo han dado todo por presentar los modelos que vamos a conducir el mes que viene o aquellos conceptos que marcarán sus tendencias en los próximos años.

Existen dos salones importantes en Europa a los que no se puede faltar. El primero se celebra en Ginebra en el mes de marzo y el segundo en Frankfurt/París (se alternan un año cada uno) en septiembre. Además de estos, no hay que perder de vista las muestras de Detroit (EEUU), Tokio (Japón) y últimamente empieza a crecer el interés por el de Moscú (Rusia). El debate ahora mismo es si sirven para algo, porque o se filtran las novedades días antes del salón o la propia marca las desvela al completo antes de la propia inauguración.

Los salones siempre me los he tomado como el mejor momento para conseguir exclusivas, reportajes más complicados de llevar a cabo y encuentros con altos responsables de marcas con los que no estás en contacto durante el año y que en dos días los tienes a tu disposición y acotados en unos cuantos metros cuadrados. Las relaciones públicas en los salones son básicas, por eso en ocasiones a los profesionales del sector (tanto periodistas como marcas) no les encantan los salones. Supone un esfuerzo conversar con cientos de personas en tan poco tiempo y de tantos temas, pero eso en mi caso nunca ha supuesto un problema, todo lo contrario.

Y luego están los coches, los verdaderos protagonistas. Después de llevar a cabo tanta actividad de contacto siempre reservaba un hueco para analizar las novedades que, aunque había visto en papel, en su mayoría, siempre impresionan cuando las tienes a tu lado. Este año ha sido diferente porque después de diez años sin perderme un salón importante, este lo he vivido desde mi salón y, sinceramente, con nostalgia, pero estoy convencido de que en Ginebra 14' estaré ahí dando guerra o, quién sabe, si en Detroit a principios del año próximo.

He oído muchas veces que los salones se pueden cubrir, profesionalmente hablando, desde la redacción del medio, únicamente por todos los adelantos o filtraciones de las que he hablado antes. Mi respuesta siempre ha sido clara: no. De ninguna manera. Hay que estar ahí, en la pomada para enterarte bien de lo que se cuece, de lo que habla la gente, de hacia dónde va este sector y miles de cosas más que desde la mesa de la oficina o de casa es imposible llegar.

Parece ser que, el próximo Salón de Ginebra vendrá muy pero que muy caliente en cuanto a novedades. Por encima del alemán, ya que al ser en terreno más neutral las marcas germanas no pueden hacer el colosal y habitual despliegue que hacen cuando celebran la muestra en su terreno. Sin embargo ha habido coches no alemanes especialmente llamativos e importantes como el Renault Initiale (futuro Espace), el nuevo SUV de Jaguar C-X17, el Citroën Cactus, el Peugeot 308 R o Nissan X-Trail, infinitamente más bonito y moderno que la anterior generación.

El problema o no, es que las marcas alemanas jugaban en casa y la mayor parte de los focos fueron para  ellas. Posiblemente, la estrella haya sido el espectacular, increíble y revolucionario BMW i8, un coche que parece sacado de una película de ciencia ficción, pero que tiene mucho de ciencia y poco de ficción. Además, me han encantado el Audi Nanuk quattro concept, el elegantísimo Mercedes Clase S Coupé, el Porsche 918 Spyder que ya ha batido el récord de Vuelta Rápida en el mítico Ring, el Opel Monza, un coche con el que la marca pega un salto mortal hacia adelante en todos los sentidos o la gama eléctrico por la que está apostando decididamente Volkswagen.

Los salones del automóvil, un momento único para disfrutar de un concesionario gigante en la palma de tu mano y la posibilidad de sacarle increíble partido profesional si lo que quieres es contar algo diferente a lo que hacen la mayor parte de medios pero eso, claro, implica un gran esfuerzo y que te apasionen los coches, que como el valor en la guerra, desgraciadamente, no se presupone en algunos casos.


6 comentarios:

  1. Ojalá el salón de Madrid o Barcelona tuvieran esta importancia. Un placer volver a leerte y a ver si pronto te vemos "al pie del cañón" de salones de este calibre. Un abrazo Javier.

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    1. Gracias por tu respuesta adrimadriz! Eso espero, estar dentro de poco en la pomada! La importancia de Madrid es nula a día de hoy y la de Barcelona empieza a caer porque sin financiación del gobierno regional la Fira presenta un aspecto paupérrimo.
      Un abrazo!

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  2. Ojalá que el año que viene nos veamos en Ginebra, Frankfurt o Pernambuco; como competencia directa o indirecta... Pero que nos veamos!

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    1. Querido amigo, contra un fenómeno como tu cualquier batalla está perdida! Espero compartir salón en Tegucigalpa contigo!
      Abrazo, crack!

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  3. Bueno Javier, no es lo mismo estar presente que no hacerlo, máxime tras 10 años, (hazte la idea de que muchos de los que te leemos, no hemos estado nunca); pero en realidad lo único que cambia es el punto de vista. Ejemplo: Una carrera, el piloto te dará una opinión directa pero muy limitada, el público presente, la visión concreta de una parte, y el telespectador, una visión menos directa, pero más global, probablemente con mucha más información que los anteriores.
    A mi modo de entenderlo tu situación circunstancial, te ha permitido opinar de un modo diferente al que estabas acostumbrado. Y ten por seguro que sólo con pensar que estarás en los próximos salones, en cierto modo ya te están encaminando hacia ellos. ¡Never Give up!

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  4. Hola Fity, gracias por tus palabras! Me han hecho mucha ilusión!
    Efectivamente los salones han cambiado una barbaridad. No hace mucho volvías de cada uno de ellos con una maleta solo de documentación que te aportaba la marca. De ahí pasaron a un USB y ahora a una simple dirección de correo.
    Pero si quieres informar bien y enterarte de lo que se cuece en la industria y hablar con sus protagonistas no te queda más remedio que ir. Aunque eso sí, ir para no hablar con nadie y quedarte de brazos cruzados no, para eso te quedas en la oficina o lo haces desde casa.
    Un abrazo y por supuesto no hay que rendirse nunca!

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